El CX-80 es un SUV de casi cinco metros de longitud con el que Mazda hará frente a modelos como el Audi Q7, el BMW X5, el Mercedes-Benz GLE, el Toyota Highlander o el Volvo XC90, entre otros (listado). Comparte plataforma, desarrollo y algunos motores con el CX-60, pero su carrocería es más grande (hay 25 cm de diferencia entre ambas; ficha técnica) y en el habitáculo hay una tercera fila de asientos. Mazda iniciará su comercialización en otoño.
Del CX-80 habrá dos configuraciones distintas para la segunda fila que dan lugar a versiones de seis o siete plazas: dos asientos individuales (que pueden estar separados por una consola o no; imagen) o una banqueta corrida con tres plazas (imagen). La tercera fila es siempre de dos plazas individuales que se pueden guardar bajo el piso del maletero cuando no se usan (imagen).
La capacidad del maletero varía en función de las filas de asientos utilizadas y de la posición en la que se encuentre la segunda (tiene ajuste longitudinal, así como del ángulo de inclinación de los respaldos). En el mejor de los casos —dos filas de asientos; estando los de la segunda completamente adelantados— tiene 687 litros y en el peor —tres filas de asientos en posición de servicio—, 258. Ambos son datos que se quedan en un punto intermedio frente a los de sus rivales: son algo mejores que los de un Mercedes-Benz GLE, similares a los de un Toyota Highlander e inferiores a los de un Audi Q7 o un Volvo XC90, todos ellos en sus respectivas versiones de siete plazas.
En el maletero, además del espacio bajo el piso para guardar los asientos de la tercera fila, hay un par de tomas de corriente de tipo Schuko (en las versiones híbridas enchufables; imagen) y los habituales accesorios en coches de este tipo: perchas, huecos portaobjetos en los laterales y ganchos en el piso. La iluminación de esta zona corre a cargo de dos plafones, uno en el lateral izquierdo y otro en la cara interna del portón.
La gama de motores es más escueta que la del CX-60. Hay una versión híbrida enchufable de 328 caballos que permite recorrer 60 kilómetros utilizando únicamente energía eléctrica (etiqueta cero emisiones) y otra Diesel de seis cilindros con 254 CV que incluye un sistema de hibridación ligera (etiqueta ECO). Ambas versiones tienen tracción total y van asociadas a una caja de cambios automática de ocho relaciones.
El sistema multimedia también es el mismo que tiene el CX-60, con una pantalla de 12,3 pulgadas (imagen), pero ahora incluye tres nuevas funcionalidades: un control por voz mediante el asistente Alexa (de Amazon), un sistema de navegación «mixto» que combina los datos de la cartografía guardados en una tarjeta de memoria con los que recibe de manera inalámbrica y un sistema de ayuda para el engache de un remolque que proyecta imágenes en la pantalla y superpone una serie de guías e indicaciones para facilitar la tarea. La instrumentación también es una pantalla de 12,3 pulgadas y tiene varios diseños para mostrar la información que varían al modificar los modos de conducción —Normal, Sport, Off-Road y Towing; en el PHEV, además, EV—.
En el apartado de los asistentes a la conducción, el CX-80 lleva los mismos que en el CX-60, pero algunos de ellos han sido mejorados. La función de guiado automático que combina el funcionamiento del programador de velocidad activo con el de mantenimiento de carril, por ejemplo, ahora incluye una función llamada «Unresponsive Driver Support» que alerta al conductor si éste conduce de manera errática o suelta las manos del volante durante un tiempo determinado (desconocemos si también actúa sobre frenos o dirección). También ha sido mejorado el sistema de frenada de emergencia en ciudad, que ahora también actúa en cruces cuando viene un coche en sentido contrario.
Para la carrocería habrá nueve colores disponibles: Arctic White, Crystal Blue, Deep Crystal Blue, Jet Black, Machine Grey, Platinum Quartz, Soul Red Crystal, Artisan Red y Melting Copper (estos dos últimos son nuevos). Las llantas son de 20 pulgadas en todos los niveles de equipamiento.
